El mundo recordó el miércoles 6 de agosto que hace 80 años Estados Unidos lanzó sobre la ciudad japonesa de Hiroshima la primera bomba atómica de la historia de la humanidad.
Japón lamentó esta fecha con un minuto de silencio y una ceremonia sobria pero intensa, como cada año. Este aniversario llega justo en un momento en que EE. UU. y Rusia vuelven a mostrar su capacidad pública para la peligrosa retórica nuclear.
El acto de homenaje reunió a 55 000 personas de 120 países y regiones, la cifra más alta registrada hasta ahora. Rusia se ausentó por segundo año consecutivo desde la invasión a Ucrania. En años anteriores, la conmemoración en Hiroshima terminaba con el lanzamiento al río Motoyasu de unas linternas flotantes de papel con mensajes de paz. Esta popular tradición fue cancelada en 2020 por la pandemia de coronavirus.
El minuto de silencio se efectuó a las 08:15 (en Japón), la hora en que el 6 de agosto de 1945 un avión B-29 estadounidense dejó caer la bomba atómica sobre Hiroshima. Al bombardero, los americanos le habían llamado Enola Gay; a la bomba, Little Boy.
El artefacto atómico destruyó Hiroshima y mató a 140 000 personas. La orden la dio el presidente Harry Truman, que llevaba en el cargo poco más de cuatro meses (llegó precipitadamente, en plena Segunda Guerra Mundial, tras la muerte de Franklin Roosevelt).
Truman autorizó el uso de armas atómicas contra Japón pocos días antes, después de que el gobierno nipón rechazase la Declaración de la Conferencia de Potsdam. La noticia de que la bomba había sido lanzada sobre Hiroshima la recibió mientras estaba a bordo del crucero USS Augusta en su camino de regreso a EE. UU. tras aquella conferencia. “Sabía lo que estaba haciendo... no me arrepiento y, bajo las mismas circunstancias, lo volvería a hacer”, escribió Truman en 1963.