El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, lanzó un discurso explosivo este martes en la base del Cuerpo de Marines en Quantico, Virginia, al anunciar el fin de las políticas de inclusión, identidad de género y cambio climático en las Fuerzas Armadas.
“No más meses de identidad, oficinas de DEI, tipos llevando vestidos… No más adoración al cambio climático, no más división, distracción o delirios de género. Como he dicho antes y lo diré de nuevo: se acabó esta mierda”, afirmó ante la cúpula militar del país.
Hegseth defendió que es necesario depurar al Ejército de lo que calificó como políticas ideológicas. Según expresó, se debe “eliminar la justicia social, lo políticamente correcto y la basura ideológica tóxica” de los comandos militares. Y añadió con dureza: “No podemos pasar un día más sin abordar directamente la viga en el ojo propio, sin abordar los problemas en nuestros propios comandos y en nuestras propias filas”.
El secretario comenzó su intervención destacando que el organismo ya no se llamará Departamento de Defensa, sino Departamento de Guerra. En esa línea, remarcó que “no hay tiempo para juegos” y que la misión principal del Pentágono es “combatir, prepararse para la guerra y prepararse para ganar, implacable e inflexible en ese empeño”. Para Hegseth, la urgencia es ineludible: “El momento es ahora y la causa es urgente”.
La reunión, que congregó a generales y almirantes destacados en más de una docena de países —incluyendo zonas de conflicto en Medio Oriente—, ha desatado especulación sobre el verdadero propósito de la convocatoria. El encuentro coincide con la amenaza de un cierre gubernamental y se suma a otras medidas inusuales de Hegseth, como la reducción del número de generales y el despido de altos mandos. En medio de un clima político y militar convulso, sus declaraciones marcan un quiebre en la doctrina de las Fuerzas Armadas estadounidenses.