Las autoridades norteamericanas descartaron la posibilidad que hayan sobrevivientes tras el accidente aéreo protagonizado por un avión comercial Bombardier CRJ700 de American Eagle (filial regional de American Airlines), con 60 pasajeros y 4 tripulantes, y un helicóptero militar Black Hawk, con tres personas a bordo.
Durante todo el día jueves. El jefe de bomberos y servicios de emergencia de Washington, John Donnelly, señaló que pasaron de “una operación de búsqueda y rescate a una de recuperación”.
Tras el impacto ocurrido en inmediaciones de la ciudad de Washington, el aeropuerto Ronald Reagan (donde iba a aterrizar la aeronave comercial) cerró sus operaciones y fueron reanudadas al promediar las 11:00 horas locales.
Las informaciones oficiales señalan que el helicóptero Black Hawk tenía una tripulación experimentada. El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, aseguró que la aeronave realizaba un “vuelo anual de entrenamiento de competencia”.
Además audios de la torre de control indican que el helicóptero fue avisado sobre la presencia del avión. Estos hechos son analizados por las autoridades norteamericanas.