Un hecho insólito se registró en Brasil. Lucas da Silva Santos, un joven de 19 años, falleció envenenado en el Gran Sao Paulo tras consumir pasteles contaminados con plomo, una sustancia altamente tóxica. Su padrastro, Ademilson Ferreira Santos, confesó a la Policía Civil brasileña que fue el responsable directo de la muerte de su hijastro.
"Le pedí a mi esposa que comprara plomo. Era para mezclarlo y matar ratas. Viene con los pasteles. Le puse un poco de crema, un poco de plomo y me lo metí en la boca. Me cortó la boca. Le di un poco a Lucas, un poco a Tiago y un poco a su esposa", relató Ademilson en su confesión.
Ademilson inicialmente alegó que la muerte de Lucas fue un suicidio, pero tras horas de interrogatorio admitió haber compartido los pasteles envenenados con su familia. Durante su testimonio, pidió que su esposa también fuera arrestada, pues ella compró el veneno, aunque lo hizo por orden de él.
Por otro lado, el Departamento de Salud de Sao Bernardo do Campo informó sobre el fallecimiento de Lucas el domingo 20 de julio. Según los informes, la víctima estuvo hospitalizada durante 10 días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Urgencias, con una afección que evolucionó a muerte encefálica.
Las indagaciones iniciales se centraron en la tía de Lucas da Silva Santos, quien supuestamente había enviado los pasteles, pero pronto cambiaron de rumbo hacia el padrastro, debido a contradicciones en sus declaraciones y a información que sugería que Ademilson había alterado la comida. La investigación apunta a que el acusado mostró una actitud obsesiva hacia su hijastro y, aparentemente, se alteró al saber que Lucas planeaba mudarse a otra ciudad.
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