Las autoridades de España ordenaron este martes el confinamiento de más de 18 000 personas en la provincia de Tarragona, ubicada al noreste del país, ante un incendio forestal que consumió casi 3000 hectáreas de vegetación. El fuego se desató en una zona remota cerca del pueblo de Pauls y ha resultado especialmente difícil de controlar por los fuertes vientos y la geografía del terreno.
“Las condiciones son extremadamente complejas. El viento y la sequedad del terreno están impulsando la propagación del fuego”, informaron las autoridades locales. Como parte de la respuesta, se desplegó una unidad militar de emergencia junto a más de 300 bomberos que trabajan sin descanso en la zona afectada.
El incendio ocurre tras un mes de junio que ha sido el más caluroso de la historia de España, lo que mantiene a amplias regiones del país en alerta máxima. Solo en Cataluña, dos personas fallecieron el pasado 1 de julio debido a otro incendio forestal.
En Francia, la emergencia no es menor. Un incendio declarado este lunes obligó al cierre temporal del aeropuerto de Marsella, uno de los más importantes del país. Las autoridades ordenaron el confinamiento de los residentes del norte de la ciudad y de poblaciones cercanas debido a la intensa humareda.
“El fuego se propaga hacia Marsella. Se pide a los residentes del distrito 16 que permanezcan en sus casas hasta que se den instrucciones locales. El tráfico debe mantenerse lo más libre posible para permitir el trabajo de los servicios de emergencia”, comunicó el Ayuntamiento de Marsella en sus redes oficiales.