El líder norcoreano Kim Jong-un aseguró este miércoles a Vladimir Putin que Rusia logrará una "gran victoria" contra sus enemigos, durante una visita excepcional a ese país, que busca fortalecer sus relaciones, especialmente militares.
De momento no se comunicó nada sobre un posible acuerdo para la entrega de material militar norcoreano a Rusia a fin de apoyar su ofensiva en Ucrania, como Washington mencionó la víspera de esta reunión.
Después de la llegada de Kim a Rusia a bordo de su tren blindado, los dos líderes intercambiaron un apretón de manos y visitaron las instalaciones en el cosmódromo de Vostochni, incluyendo un taller de ensamblaje de cohetes Angara rusos de nueva generación.
Durante unas dos horas sostuvieron discusiones oficiales con sus delegaciones y luego cara a cara. Después participaron en una cena en honor del líder norcoreano.
"Estamos convencidos de que el ejército ruso y el pueblo ruso obtendrán una gran victoria en la lucha justa para castigar a los grupos malignos que persiguen la hegemonía y la expansión", dijo el líder norcoreano frente a su homólogo ruso.
ambién elogió al "heroico" ejército ruso, implicado en la operación en Ucrania desde más de un año y medio.
Frente a Kim, Putin hizo un brindis en tono solemne por el "futuro fortalecimiento de la cooperación" con Pyongyang, de pie detrás de una larga mesa, rodeado de altos funcionarios rusos y norcoreanos.
Según Putin, el líder norcoreano asistirá a una demostración de la Armada rusa en Vladivostok, y visitará fábricas de equipamiento aeronáutico "civiles y militares" en la región del Lejano Oriente.
Putin dijo que ve "perspectivas" de cooperación militar con Corea del Norte, a pesar de las sanciones internacionales a Pyongyang, aislado debido a sus programas nucleares y de misiles.
"Rusia respeta todas estas restricciones. Pero hay cosas de las que definitivamente podemos hablar, las estamos discutiendo (...) también hay perspectivas", dijo a la televisión estatal rusa.
Estados Unidos y su preocupación por la reunión de ambos líderes
Se trata de la primera reunión de los dos líderes desde un viaje anterior de Kim Jong-un a Vladivostok en 2019. Washington teme que la reunión propicie la entrega de armas norcoreanas a Moscú para sus operaciones militares en Ucrania.
En ese sentido, Washington expresó este miércoles su "preocupación" ante una colaboración militar entre Moscú y Pyongyang.
"Estamos evidentemente preocupados por cualquier nueva relación de Defensa entre Corea del Norte y Rusia", dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
Su homólogo en el Departamento de Estado, Matthew Miller, también mostró su inquietud de cara a una eventual cooperación en el ámbito de los satélites, lo que "supondría una violación de varias resoluciones de la ONU".
En ese caso, "no dudaremos" en imponer sanciones contra Pyongyang y Moscú, afirmó Miller.
Kim calificó el miércoles la cumbre como un" trampolín" para fortalecer las relaciones ruso-norcoreanas y dijo que hará de los lazos con Rusia la "máxima prioridad" de su diplomacia.