Un ladrón, con una actitud calmada e inesperadamente educada, soltó una frase que causó revuelo: "Hola, con todo respeto, vengo a robar" mientras intentaba delinquir en una tienda de ropa interior masculina en Argentina.
Aunque parecía una broma de mal gusto, el sujeto señaló el bolsillo de su polera, dando a entender que llevaba un arma. Le preguntó a la joven si estaba sola en el local y, al confirmar que no había nadie más, la instruyó con frialdad a entregarle todo el dinero de la caja registradora.
"Haz de cuenta que está todo bien y dame toda la plata", le dijo mientras mantenía su tono 'respetuoso'. Sin opción y aterrada, la vendedora le hizo caso.
Leandro Emanuel Estigarribia no solo se llevó 150 mil pesos argentinos en efectivo y el celular de la empleada, sino que también llenó tres bolsas con ropa del local antes de irse.
Pero antes de escapar, aún tuvo tiempo para una última amenaza: le pidió que se fuera al fondo del local, que no saliera en 10 minutos porque "sus amigos lo esperaban en el coche". Por si no quedaba claro, cerró con un contundente: "No salgas por nada del mundo, va a ser peor".