“El mundo siente nostalgia de Brasil. Quiero decir que Brasil está de vuelta (en la lucha contra el cambio climático)”. Con esta frase, el electo presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se dirigió a los presentes en la cumbre climática de Naciones Unidas COP27.
Esta fue la primera visita internacional que protagonizó Lula da Silva tras su elección como mandatario brasilero el último 30 de octubre. Durante su alocución destacó que combatirán los crímenes ambientales sin tregua y que regresan a la senda de lucha contra al cambio climático tras cuatro años de “negacionismo climático” y de un “gobierno desastroso”.
Lula da Silva, quien presidió el país del 2003 al 2010, destacó durante su discurso que “esta invitación (a asistir la COP27), hecha a un presidente recién elegido antes incluso de su posesión es el reconocimiento de que el mundo tiene prisa de ver a Brasil participando nuevamente de las discusiones sobre el futuro del planeta y de todos los seres que en él habitan”.
Agregó que buscarán posicionar al país brasilero como portavoz de los reclamos ambientales. De igual forma, reiteró que su gobierno “no medirá esfuerzos para acabar con el desmantelamiento y la degradación de nuestros biomas antes de 2030” y que “quedará en el pasado” la devastación de los bosques.
“Estoy hoy aquí para decir que Brasil está listo para unirse nuevamente a los esfuerzos para la construcción de un planeta más sano. De un mundo más justo, capaz de acoger con dignidad a todos sus habitantes, y no apenas a una minoría privilegiada”, sentenció