Cinco estudiantes de entre 12 y 17 años perdieron la vida después de que el autobús escolar improvisado en el que viajaban se incendiara en la región minera de Potosí, según confirmaron autoridades bolivianas a Fuerza Informativa Azteca (FIA).
La causa del siniestro fue la explosión de dos cilindros de Gas Licuado de Petróleo (GLP) de uso doméstico que habían sido adaptados ilegalmente como sistema de combustible del vehículo.
El portavoz del Comando Departamental de la Policía de Potosí, Limbert Choque, detalló que el vehículo que funcionaba como bus escolar se incendió porque funcionaba con gas licuado, es decir, estaba acondicionado, hubo una fuga de la garrafa.
El fuego se propagó rápidamente, atrapando a varios de los adolescentes pasajeros. Ocho de los alumnos consiguieron escapar del vehículo en llamas, pero cinco de sus compañeros fallecieron calcinados en el interior.
Una vez sofocado el incendio, los agentes policiales recuperaron los cuerpos sin vida. De los ocho sobrevivientes, siete fueron trasladados de urgencia a un hospital en la ciudad de Oruro debido a la gravedad de sus quemaduras, mientras que el octavo recibe atención en el centro médico local de Uncía.
La Policía Boliviana procedió a la aprehensión del conductor del vehículo, identificado como Román Ignacio A. El portavoz policial, Limbert Choque, explicó que se le responsabiliza directamente de la tragedia por haber habilitado un sistema de combustible no autorizado y “sumamente peligroso”.
En Bolivia, la normativa vigente solo permite que los vehículos utilicen gasolina, diésel o Gas Natural Vehicular (GNV) como combustible. La adaptación de vehículos para funcionar con GLP doméstico está prohibida debido a los altos riesgos que implica, como quedó fatalmente demostrado en este caso.
.jpg)
.jpg)
.jpg)
