Por lo menos ocho personas murieron en Estados Unidos a causa de violentas tempestades y tornados que golpearon los estados de Arkansas, Indiana e Illinois, y que se desplazan ahora hacia el noreste del país.
En Arkansas, un tornado devastador dejó por lo menos cuatro muertos y unos 30 heridos, indicó a la AFP el servicio de gestión del riesgo de este estado rural del sur estadounidense.
Los habitantes de Little Rock, la capital, despertaron el sábado con un panorama sombrío de coches volteados, enormes árboles arrancados del suelo, líneas telefónicas rotas y casas destrozadas.
El alcalde de Little Rock, Frank Scott Jr., dijo: "Cerca de 30 individuos fueron transportados a nuestros hospitales locales".
Lara Farrar, periodista de una publicación económica local, declaró a la AFP por teléfono que estaba "totalmente conmocionada" por los destrozos cerca de su casa en esta ciudad de 200,000 habitantes.
"Algunos de los edificios tenían los techos completamente volados", señaló, y compartió imágenes de casas destruidas, con las paredes parcialmente derribadas y árboles caídos.
La ciudad de Wynne, en el noreste del estado, está "cortada en dos por los daños de este a oeste", lamentó la alcaldesa, Jennifer Hobbs, en CNN.
La gobernadora de Arkansas, Sarah Huckabee Sanders, declaró el estado de emergencia general la víspera y movilizó a la Guardia Nacional.
Más de 154,000 hogares seguían sin electricidad este sábado, según la web Poweroutage.us.
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