Durante su discurso en la 80.ª Asamblea General de la ONU, en Nueva York, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, condenó las acciones militares de EE.UU. en el mar Caribe. Señaló que esta política, impulsada durante la administración de Donald Trump, impone “barbarie” en la región latinoamericana bajo la excusa de combatir el narcotráfico.
“Dicen que los misiles en el Caribe eran para detener las drogas, ¡Mentira!”, exclamó Petro, asegurando que los ataques no buscan frenar el narcotráfico, sino ejercer dominación política. También denunció que al menos 17 jóvenes civiles han muerto por los misiles lanzados en el Caribe y resaltó que “los misiles los tiran donde hay pobreza y no donde hay lujo”.
El mandatario colombiano cuestionó además la narrativa estadounidense sobre el Tren de Aragua, al que calificó como “una banda de delincuentes comunes” y no como una organización terrorista internacional. Según Petro, se exagera su poder como pretexto para bloquear a Venezuela y quedarse con sus recursos naturales.
Petro extendió su condena a la crisis en Gaza, calificando de “genocidio” las acciones de Israel contra el pueblo palestino, con el aval de la comunidad internacional. “Trump no habla de democracia, no habla de vida, solo amenaza y mata”, afirmó, e instó a crear un “ejército internacional” aprobado por la ONU para detener las matanzas en Palestina.
En su intervención, el presidente advirtió que la humanidad está frente a una disyuntiva histórica: “capital o vida”. Llamó a una “revolución mundial de los pueblos” para enfrentar la crisis climática y superar la imposición de bloqueos económicos, denunciando que EE.UU. utiliza estas medidas como “chantaje colonial” para apropiarse de las riquezas de países como Venezuela, Cuba o Irán.