Desde Mali en el oeste hasta Sudán en el este, toda una franja de África ahora está gobernada por militares. Y, en muchos de esos países, el Grupo Wagner tiene una presencia significativa.
Níger, donde el ejército dio un golpe de Estado el pasado miércoles, era una de las pocas democracias que quedaban en el cinturón del Sahel, que se extiende a lo ancho de todo el continente.
Y también uno de las pocos países en esta región semidesértica en la que el grupo mercenario ruso no estaba presente.
Sin embargo, ahora que el ejército ha tomado el poder, preocupan las posibles implicaciones que el golpe de Estado pueda tener para esta conflictiva región e, incluso, a nivel global.
El presidente de Níger, Mohamed Bazoum, un aliado occidental clave en la lucha contra las milicias islamistas, se mostró desafiante después de que los soldados anunciaran un golpe el miércoles.
Pero se encuentra detenido por su propia guardia, el jefe del ejército ha respaldado el gobierno militar y el general Abdourahmane Tchiani, que lideró el golpe esta semana, se ha declarado a sí mismo nuevo jefe del Estado en Níger.
En un discurso televisado, Tchiani, que desde 2011 estaba a cargo de la guardia presidencial, ha declarado que la corrupción, los problemas económicos y la falta de seguridad han sido los detonantes del motín militar.
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El Sahel es una región semidesértica que limita al norte con el desierto del Sáhara y al sur con la sabana sudanesa.
Tanto Francia, la antigua potencia colonial, como Estados Unidos, tienen bases militares en este país rico en uranio (es el mayor proveedor del país galo), y ambos condenaron rápidamente el golpe, así como la ONU, la UE y la Unión Africana.
Quien no lo ha hecho ha sido el fundador del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, que lo ha descrito, según algunas informaciones, como un “triunfo”.
“Lo que ha sucedido en Níger no es otra cosa que la lucha del pueblo de Níger contra sus colonizadores”, dijo, al parecer, el fundador del grupo mercenario en un canal de Telegram de Wagner.
La BBC no ha podido verificar la autenticidad de estos supuestos comentarios.
Wagner ya está presente en al menos 8 países africanos. Además de Mali, Burkina Faso, Libia y República Centroafricana, sus mercenarios están desplegados en Sudán, se cree que operan en Chad y negocia con los gobiernos de Eritrea y Zimbabue.
La preocupación internacional ahora radica en que los nuevos líderes de Níger puedan alejarse de sus aliados occidentales y acercarse a Rusia.
Si fuera el caso, Níger seguiría el camino de dos de sus vecinos, Burkina Faso y Mali que, tras sufrir sus propios golpes de Estado militares, han basculado hacia Moscú.
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En el corazón del Sahel, Níger es de los pocos países de la región en los que aún no se ha confirmado que los mercenarios del Grupo Wagner estén presentes.
Fuente: BBC News Mundo