El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó este miércoles, 17 de mayo, la disolución de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, y solicitó la convocatoria de nuevas elecciones.
Lasso utilizó el mecanismo constitucional conocido como "muerte cruzada", se produce en medio del juicio político iniciado en su contra por acusaciones de malversación de fondos públicos, algo que Lasso negó y calificó como una 'maniobra política para desbancarlo'.
La "muerte cruzada" permite al jefe de Estado disolver la Asamblea Nacional en caso de tres escenarios: si considera que los legisladores están obstaculizando su capacidad para gobernar, por grave crisis política y conmoción interna, y -cuando a su juicio- el poder legislativo se arrogue funciones que no le competen.
En el decreto ejecutivo 741 firmado por el mandatario, se hace mención a la crisis política que atraviesa el país y, además, Lasso acusa a la Asamblea de "un afán de desestabilización contrario a la obligación de colaboración y coordinación entre entidades públicas y poderes del Estado".