Mediante una llamada telefónica de más de dos horas de este martes 18 de marzo, los presidentes de Rusia, Vladimir Putin y de Estados Unidos, Donald Trump, acordaron llegar a un pacto de cesar el ataque bélico a infraestructuras energéticas de Ucrania durante 30 días y al canje de 350 prisioneros.
Por el momento no se puede hablar de un alto al fuego solo de una tregua de un mes. Pese a ello, esta primera reunión entre ambos líderes, según la Casa Blanca es un paso fundamental en el camino a una paz definitiva, aunque lo acordado este martes necesitará la aprobación ucraniana, ya que diferiría de lo pactado la semana pasada entre EE.UU. y Ucrania.
De hecho, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, está a favor del acuerdo, pero antes de implantarlo ha pedido “más detalles”.
Durante la conversación, Putin exigió el cese total de la ayuda militar extranjera a Ucrania y del suministro de datos de inteligencia como “condiciones clave” para evitar mayor contienda.
El Kremlin incidió en que la solución del conflicto pasa por reconocer “las causas profundas de la crisis” y reconocer los “intereses legítimos” de Rusia en el campo de la seguridad. Asimismo, exige que la tregua de 30 días tenga “garantías de control” a Ucrania para que no se rearme. También criticó que Ucrania “sabotea repetidamente” otros acuerdos logrados.