Escrito por: Annel Aguilar Zambrano
En medio de una guerra que parece no tener fin, Rusia intensificó sus ataques contra Ucrania durante la noche del lunes al martes, lanzando un total de 112 drones, incluyendo modelos de ataque Shahed y réplicas diseñadas para confundir a las defensas ucranianas. Según informó la Fuerza Aérea de Ucrania, este ataque masivo tuvo como blanco cinco regiones clave del país: Cherníguiv, Járkov, Sumi, Poltava, Odesa y Donetsk.
A pesar de la magnitud del ataque, las defensas ucranianas lograron interceptar y destruir 75 drones Shahed, principalmente en las zonas este, sur y norte del país. Sin embargo, se reportaron impactos en al menos 11 localidades, aunque las autoridades no han especificado qué infraestructuras fueron alcanzadas. Este es uno de los mayores ataques con drones registrados en las últimas semanas y demuestra que la ofensiva aérea rusa sigue activa cada noche.
En paralelo, y en un intento por mantener vivo el diálogo diplomático, representantes de Ucrania y Rusia se reunieron este lunes en Estambul para discutir el futuro del conflicto. Si bien no se logró pactar un alto el fuego, las delegaciones lideradas por Rustem Umérov (Ucrania) y Vladímir Medinski (Rusia) alcanzaron un acuerdo humanitario: se realizará un canje de prisioneros heridos y combatientes jóvenes, además del intercambio de 6000 cadáveres por cada bando.
Este gesto, calificado como “de buena voluntad”, busca sentar las bases para nuevas negociaciones. Kiev insiste en un alto el fuego de al menos 30 días, pero Moscú se niega por ahora a detener las operaciones militares. Mientras tanto, los ciudadanos ucranianos siguen enfrentando noches de terror bajo el zumbido de los drones.