Donald Trump sorprendió al anunciar la creación de una tarjeta dorada que permitiría a extranjeros acceder a la residencia estadounidense en condiciones especiales. Según explicó, la propuesta busca agilizar los trámites de migración legal. El mandatario aseguró que el documento servirá para que los interesados reciban “la residencia estadounidense en un tiempo récord”, siempre que paguen “una tarifa de procesamiento” y pasen la verificación del Departamento de Seguridad Nacional.
El presidente defendió su plan como una oportunidad para transformar el sistema migratorio y obtener beneficios económicos directos. “Durante demasiado tiempo, millones de inmigrantes ilegales han llegado a nuestro país, y nuestro sistema de inmigración ha estado en quiebra.
Ya es hora de que el pueblo estadounidense y sus contribuyentes se beneficien de nuestro sistema de inmigración legal”, expresó. Trump fue enfático en destacar el impacto financiero que tendría la medida. Aseguró que su tarjeta “generará más de 100 000 millones de dólares muy rápidamente” y que los fondos se usarán “para reducir impuestos, impulsar proyectos de crecimiento y saldar nuestra deuda”.
Además, reveló una versión exclusiva del documento: la tarjeta Trump platinum, disponible bajo las mismas condiciones pero con una contribución de 5 millones de dólares, que permitirá a los beneficiarios “pasar hasta 270 días en EE.UU. sin estar sujetos a impuestos sobre ingresos no estadounidenses”.
La propuesta, que recuerda a la tradicional Green Card, introduce un modelo radicalmente distinto. Mientras el permiso de residencia permanente regular se tramita por vías legales establecidas y con costos que no superan los 2000 dólares, la tarjeta de Trump plantea un acceso acelerado pero condicionado al pago de sumas millonarias, abriendo un nuevo capítulo en el debate sobre migración y desigualdad de oportunidades.