Estados Unidos y China dieron un paso hacia la distensión de su guerra comercial tras el encuentro entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping, realizado este jueves en Corea del Sur.
Ambos líderes acordaron rebajas arancelarias, suspensión de tasas portuarias y la reanudación de exportaciones estratégicas.
“Diría que, en una escala del 1 al 10, la reunión fue un 12”, aseguró Trump a la prensa a bordo del Air Force One, tras regresar de la Base Aérea de Gimhae, en Busan, donde el encuentro se prolongó por casi dos horas.
Xi, por su parte, pidió enfocarse en el largo plazo para evitar “caer en un círculo vicioso de represalias” y subrayó que China “nunca busca desafiar ni reemplazar a ningún país”.
Entre los acuerdos más destacados figura la reducción de aranceles estadounidenses del 20 % al 10 % sobre productos chinos, así como el compromiso de Pekín de intensificar las acciones contra el tráfico de fentanilo.
También se suspendieron por un año las tasas portuarias impuestas desde octubre y se reanudará la compra china de soja estadounidense.
Aunque los analistas califican el avance como una “tregua temporal” más que un pacto definitivo, las medidas alivian la tensión que desde abril mantenía enfrentadas a ambas potencias.
Trump adelantó que volverá a reunirse con Xi en abril próximo y expresó confianza en alcanzar “muy pronto un acuerdo comercial más amplio”.
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