Ucrania prosiguió este jueves su avance en el frente sur, donde las tropas de Rusia intentan contraatacar para frenar a las fuerzas de Kiev, mientras que en el noreste, en el eje Kupiansk-Limán, el Ejército de Moscú acumula hasta 110 000 hombres en su esfuerzo por recuperar la iniciativa.
Las tropas ucranianas intentan consolidar su posiciones en la región suroriental de Zoporiyia tras la liberación del pueblo de Robotine progresando en dirección de la vecina localidad de Verbove, afirmó el portavoz castrense ucraniano Oleksandr Shtupun.
"Ahora las operaciones en la zona de Tavria parecen haber bajado de intensidad, pero el enemigo sigue intentando contraatacar", dijo en la televisión ucraniana el militar, que utilizó el término histórico con el que se designa el sureste de Ucrania.
Ruptura de defensas rusas
A juzgar por todo, el avance en la zona de Verbove busca ampliar la zona de ruptura de las líneas defensivas rusas para evitar que las tropas ucranianas puedan ser cercadas en su avance hacia el sur, donde su próximo objetivo, según muchos expertos, es la ciudad de Tokmak, un importante nudo de comunicación.
Para Ucrania, la liberación de Tokmak es clave para su propósito de cortar el corredor terrestre abierto por el Ejército ruso para unir la Rusia continental con la península de Crimea y las zonas que controla de las regiones de Zaporiyia y Jersón, y alcanzar el mar de Azov.
El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, teniente general Ígor Konashénkov, confirmó hoy la ofensiva ucraniana en la zona de Verbove, al afirmar en su parte bélico diario que en la pasada jornada las tropas rusas rechazaron allí cinco ataques de la 82ª Brigada Aerotransportada de Ucrania.