La tarde del viernes, un tiroteo sacudió la tranquilidad de la Universidad de Emory y los alrededores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en Atlanta, dejando como saldo al presunto atacante muerto y a un agente de policía herido.
El incidente ocurrió poco después de las 17:00 horas y provocó que la universidad emitiera una alerta urgente: “Corran, escóndanse, luchen. Eviten el área. Busquen un lugar seguro”. El mensaje se difundió por redes sociales y sistemas internos, generando pánico entre estudiantes y personal.
Las detonaciones alcanzaron incluso edificios de los CDC, mientras negocios cercanos cerraban sus puertas de manera inmediata. La respuesta policial incluyó el despliegue de unidades de emergencia y el confinamiento total de la zona.
Horas después, las autoridades confirmaron que la amenaza había sido neutralizada y levantaron el confinamiento, aunque la comunidad permanece en shock por un episodio que puso a prueba los protocolos de seguridad en uno de los centros académicos y científicos más importantes de Estados Unidos.