La cantante de R&B Cassie Ventura testificó en el juicio federal contra Sean “Puff Diddy” Combs, relatando abusos sexuales y coerción, mientras la defensa intenta presentar los hechos como parte de una relación consensuada.
Pero, fue obligada este jueves a leer en voz alta mensajes explícitos dirigidos a su expareja, en el marco del juicio federal por tráfico sexual y crimen organizado que enfrenta el productor musical. Los mensajes incluían referencias a encuentros sexuales grupales bajo el efecto de drogas, prácticas que la artista calificó previamente como traumáticas. La audiencia fue realizada en un tribunal de Estados Unidos, donde la defensa intentó mostrar a Cassie como una participante voluntaria del estilo de vida que mantenía el acusado.
Combs, encarcelado desde septiembre de 2024, enfrenta cargos que podrían derivar en una condena mínima de 15 años de prisión. Su defensa reconoce episodios de violencia, pero niega que se haya constituido una organización criminal.
Por su parte, los fiscales aseguran que el empresario utilizó su poder e influencia para forzar violentamente a mujeres, incluyendo a Cassie, a participar en extensos encuentros sexuales organizados, algunos de los cuales duraban varios días e involucraban a personas externas identificadas como “monstruos”.
Durante su testimonio, Cassie relató una relación marcada por el control, el abuso y el chantaje. El miércoles, aseguró que Combs la violó en 2018, tras su decisión de terminar la relación. Añadió que el músico la amenazaba con divulgar videos íntimos para evitar su alejamiento. Cassie denunció en 2023 una serie de abusos sufridos durante años. Aunque la demanda fue resuelta rápidamente con un acuerdo extrajudicial de 20 millones de dólares, ese mismo proceso impulsó una cascada de acusaciones similares por parte de otras mujeres y abrió una investigación penal que ha desembocado en el juicio actual.
Los abogados defensores insisten en que las relaciones sexuales fueron consensuadas y niegan que existiera una red de explotación. Sin embargo, las declaraciones de Cassie, así como las pruebas documentales presentadas por la fiscalía, han reforzado la narrativa de un patrón de violencia y abuso sistemático. La investigación continúa y el caso podría marcar un precedente dentro de la industria musical respecto a la rendición de cuentas por conductas abusivas sostenidas en el tiempo.