Han pasado 44 años desde que la Madre Teresa de Calcuta recibió el premio Nobel de la Paz. Esto gracias a su ejemplo de caridad, amor y entrega total en ayuda del prójimo.
La ahora santa aquella vez rechazó recibir el dinero que formaba parte del galardón. Por el contrario, prefirió que ese monto fuera dedicado a ayudar a los pobres de Calcuta.
Su discurso también fue un reflejo de su labor y la voluntad de servir hasta con el último esfuerzo al prójimo. «[(Jesús) murió en la cruz para mostrar un amor superior, y murió por ti y por mí y por ese leproso y por ese hombre muriendo de hambre y aquella otra persona desnuda yaciendo en la calle, no solo de Calcuta, sino de África, Nueva York, Londres y Oslo – e insistió en que nos amáramos los unos a los otros como Él nos ama a cada uno de nosotros», señaló al momento de recibir el premio Nobel.
La congregación que ella había formado, “Las Misioneras de la Caridad”, ya superó los 70 años de fundada y continúa con el legado de la Madre Teresa de Calcuta de llevar ayuda a los más necesitados.
Tuvieron que pasar varias décadas para que la iglesia reconociera la santidad de esta mujer. Fue beatificada por Juan Pablo II el 2003 y santificada por el papa Francisco el 2016. Su labor sigue siendo ejemplo de vida ante el mundo.