“Su hijo es un mongoloide”, fue la frase despectiva que le dijo una doctora que atendía a la periodista Aurelia Castillo Kruger, mientras le cosían el vientre después de una cesárea cuando su adorado Jorge Luis nació. Era su segundo parto después de 10 años, la primera vez que dio a luz se sintió tranquila, era un proceso natural para ella.
Una experiencia totalmente diferente vivió a la llegada de Jorge Luis -su segundo bebé-, con ambos hijos tuvo preeclamsia y una césarea, pero el personal que debía cuidarla la hizo pasar un momento agridulce, dulce porque nació su bebé, agrio porque insultaron a su niño.
Doña Aurelia no sabía que su recién nacido tenía síndrome de Down, pero le contestó: “Igual lo quiero, es mi hijo” y ese amor la motivó a fundar el Equipo 21, grupo que ayuda a las familias con integrantes que tienen síndrome de Down, en resumen ella les construye felicidad.
¿Qué sintió con la llegada de sus bebés? Con mi hijo mayor, Julio, todo fue tranquilidad, tenía preeclamsia y sabía que tendría una cesárea (...) En el caso de Jorge Luis fue bien parecido. (...) Pero no sabíamos que venía con síndrome de Down, en todos los chequeos me decían que no tenía ningún problema. (...) Cuando nació me hicieron cesárea y la doctora que me atendió, fue grosera, mientras me cosía la cesárea, me enseña a mi bebé y de la nada me dice: ‘es su hijo, es varón, es mongoloide’... no puedes decirle eso a una mamá y menos en el mismo momento que acabó el parto.
¿Qué dejó de hacer para cuidar a su hijo y que éxitos logro? El año que nació mi hijo dejé de trabajar como periodista, pero nació el Equipo 21, me inspiré en como solucionaba las necesidades de mi hijo que requería muchos cuidados (...) Mi hijo nació en enero de 2002, y Equipo 21 se fundó el 28 de diciembre de ese mismo año. Y se formó tras la experiencia de no recibir información ni apoyo en el hospital.
¿Qué logró con este proyecto? Por Equipo 21 encontré muchas cosas que me dan satisfacciones. Por ejemplo, el afecto y el reconocimiento que tengo de los propios chicos que logramos formar entre los padres. Los chicos merecen oportunidades que no se dan así nomás porque existan leyes o normas. Hay que luchar para que las cosas sucedan.
Usted y su hijo ¿han sufrido discriminación en estos 22 años? Creo que no lo he permitido. Con mi esposo, cuando recibimos la noticia, ya cuando él pudo entrar al hospital, estuvimos los dos y como cualquiera que recibe una noticia que te mueve el piso, lloramos un buen rato….Pero, después de eso, tomamos la decisión, solo nos quedaba que Jorge Luis fuera feliz, por todo el tiempo que le tocara estar aquí. Nosotros teníamos que construirle felicidad a su alrededor.
Construir esa felicidad ¿Fue otra motivaciones para crear Equipo 21? Sí, lograr que nuestro esfuerzo no solo sea para él, sino para construir cadenas de solidaridad, de amistad, de colaboración. Queremos que sepan que nuestros niños merecen estar acá y que los respeten como a cualquier ser humano.
¿Cuántos integrantes tiene el Equipo 21? En estos 21 años de Equipo 21 se apoyó a más de 100 familias. En este momento trabajamos con 45 familias permanentes.
¿Y cómo financian este proyecto? ¿Necesitan ayuda? Financiamos los talleres manteniendo precios asequibles, gracias a profesores sensibilizados. Por ejemplo, el taller de natación cuesta 60 soles al mes y el de teatro, 30 soles por cuatro sesiones de ocho horas. No buscamos lucro, es una asociación sin fines de lucro.
¿Qué les diría a las madres por su día? Dios le da a cada quien lo que puede manejar, a nosotros nos tocó una tarea complicada, pero que te llena de satisfacción. A las madres les digo tengan amor por sus hijos, tengan paciencia y que nunca pierdan la esperanza que sus hijos las harán felices.