Las mujeres también podrían llegar a ser sacerdotisas de la Iglesia católica, esta postura quedó “abierta” y aprobada por el papa Francisco durante un evento internacional en el Vaticano.
El anuncio empieza con la reflexión de la permisibilidad de la ordenación de las mujeres como diaconisas, función que precede a ser curas. El comunicado fue dado el sábado 26 de octubre en una cumbre mundial sobre el futuro de la Iglesia en el Vaticano.
El Sínodo, la asamblea de obispos y laicos de todo el mundo reunidos el fin de semana, defendió en su documento final que “no hay motivos que impidan a las mujeres asumir” responsabilidades en la Iglesia. “Esta reflexión debe continuar”, señala el documento final aprobado por el papa Francisco, elaborado al cabo de tres años de consultar a fieles.
El texto destaca que “las mujeres continúan topándose con obstáculos para obtener un mayor reconocimiento” de su papel. Francisco ordenó publicarlo inmediatamente dado que no escribirá una exhortación apostólica con indicaciones, como es costumbre.
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