Escribe:Sarko Medina Hinojosa,
Iniciativa Prometheus
Teniendo varios registros en narrativa como el terror, distopía hasta historias infantiles, Poldark nos habla sobre su última novela y su visión sobre la realidad actual de la literatura de género fantástico en el país.
¿Qué inspiró “La casa que se incendió”? Primero, la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo, esa manera tan sublime y fantasmagórica de contar una historia de espectros, la misma narrativa parece diluirse como algo etéreo. Luego, el reto de crear una novela fantástica que me alejara de terror que usualmente escribo, algo más sugerente, un terror que yaciera en el miedo de descubrir una verdad que no queremos ver; como decía Sartre: mitad víctima, mitad cómplice como todo el mundo. Finalmente, la pregunta ¿qué hace un fantasma durante su eternidad? La idea del bucle temporal rondaba mi cabeza desde hacía mucho tiempo.
Escribiste también sobre zombis ¿Cómo fue la experiencia? Increíble. Escribir sobre zombis es un homenaje a la memoria de mi padre, a su ímpetu por el cine peruano y su afán por escribir historias. Es decirle: papá, estoy continuando tu legado. Además, fue él quien me llevó a autores como Julio Verne y clásicos como la Noche de los muertos vivientes. Era inevitable que mi escritura desemboque en lo fantástico. Siempre me decía que estamos llenos de realidad, imaginar fuera de lo cotidiano nos alivia la vida.
¿Cómo ves el género de literatura fantástica en el Perú? Robusto, cada vez aparecen más escritores de género, sin miedos, sin los prejuicios de antes. Tengo la dicha de ser parte de una generación que admiro por su nivel y que avanza a pasos largos. Lo que más resalto es la mixtura que, como peruanos, logramos con casi todo: la gastronomía, el lenguaje; la narrativa no está exenta de este fenómeno; reimaginamos la capital, las provincias, desde ópticas futuristas, o nos reencontramos con nuestro legado mutándolo con las tendencias de ayer y hoy, creando realidades muy particulares.
Sobre literatura amazónica ¿qué puedes contarnos o autores referirnos?
La literatura amazónica se centra mucho en rescatar, repensar, mantener viva la tradición regional, es algo loable. Poco a poco se está abriendo a experimentar con nuevos géneros que antes parecían ajenos. Se usa mucho el mito para educar tanto selva adentro como en la misma ciudad, lo cual nos dice mucho sobre una identidad regional bien definida y defendida. Sin embargo, da gusto que existan proyectos en escritura y cómic que se están abriendo a la ciencia ficción.
¿Cuáles son tus próximos proyectos? Trabajo actualmente en Pandemia Z: asedio, la tercera parte de la saga, que nos llevará a tierras cusqueñas con el regreso de un personaje del primer libro. Esta historia ocurre cinco años después del Brote mundial y espero sea mi novela de más largo aliento, pues la historia contará la travesía de los personajes desde Lima al Cusco y su posterior asedio por parte de la horda de reanimados. Además, he terminado dos libros, uno de cuentos de terror cósmico –desde mi concepción personal-, inspirado en las ciudades fantasma. Así mismo, finalicé mi primera novela juvenil, que es también una manera de salir de mi zona de confort, es una historia que parece para niños, pero que serviría para cualquier edad.