Con un incremento cada vez mayor en los valores de las temperaturas, conviene saber algunos hechos relacionados con la anatomía de nuestras mascotas y como les afecta la alta sensación de calor.
En primer lugar, los perros y los gatos sólo sudan por las patas y la nariz; los conejos y los pájaros no sudan. El jadeo es la principal forma que tienen los perros de refrescarse, ya que permite que el agua se evapore a través de los pulmones, la lengua y las superficies húmedas de la boca. Los gatos suelen acicalarse el pelo para mantenerse frescos; la saliva se evapora de su pelaje.
Al respecto, Barbara Hodges, veterinaria y directora de defensa y divulgación de la Humane Society Veterinary Medicine Association (EE. UU), explica que no por ejemplo no se debe dejar a una mascota encerrada en un vehículo. Detalla que si la temperatura en el exterior alcanza los 26 grados, en el interior de la unidad llegara a los 37 grados en diez minutos.
Para José Arce, veterinario y presidente de la Asociación Americana de Medicina Veterinaria, entre los signos de que tu mascota puede estar sufriendo por la exposición al calor figuran el letargo, el jadeo excesivo (o cualquier jadeo en los conejos), la respiración acelerada, los temblores, el babeo, la inquietud excesiva y la falta de apetito prolongada.
Finalmente, los especialistas recomendaron no perder de vista a las mascotas durante esta época de altas temperaturas para darles los cuidados del caso.