Para que las discográficas puedan vender la idea de un ídolo perfecto, realizan estrictos controles de comportamiento a los miembros de sus grupos de K-pop. Recientemente la estrella de pop coreano, cantante del grupo Aespa, Karina, publicó una disculpa escrita a mano por salir con un actor, tras ser acusada de "traicionar" a sus fans y ser blanco de una campaña de acoso. Su historia es la de muchas estrellas del k-pop que la precedieron.
LOS FANS. Salir con alguien "arruinó" su carrera, aseguraron los seguidores de Karina. Uno de ellos, especialmente molesto, envió un camión con una pantalla gigante a su agencia con el mensaje: "¿No recibes suficiente amor de tus fans? Discúlpate o verás caer las ventas de tus discos y las salas de concierto vacías".
Los fans desempeñan una gran cantidad "de trabajo no remunerado" promocionando la música o votando en competiciones, explica a la AFP Keung Yoon Bae, profesora de estudios coreanos en el Instituto de Tecnología de Georgia, en Estados Unidos.
LA INOCENCIA Y LA CASTIDAD VENDE. "Se espera que el ídolo de una persona esté disponible amorosamente", apunta Stephanie Choi, experta de k-pop en el Instituto de Investigación de Asia de la Universidad de Buffalo.
En las mujeres, sobre todo, que suelen entrar en el negocio como adolescentes, hay mucho "énfasis promocional en la inocencia y la castidad" y es difícil para ellas superarlo, comenta Stephanie Choi.