La comunicadora Social Lupe Ávila Romero, desde los 21 años comenzó a ejercer su profesión en la Gerencia Regional de Salud (Geresa). Ella siempre tuvo presente en su corazón y mente que la solidaridad y el amor al prójimo lograban milagros y ella desde su despacho gestiona ayuda para la población vulnerable cuando la visitaban en la oficina de Relaciones Públicas de la Geresa.
Lupe tiene una hermosa sonrisa, unos ojos risueños y siempre practica ser solidaria, el principal valor que le enseñaron sus padres y que desarrolló en la escuela.
¿Cómo inició a trabajar en la Gerencia Regional de Salud? Un día en el colegio Salesianos hubo convocatoria para 400 plazas de trabajo, yo me presente para oficinista, la profesión más sencilla, cumplí con examen personal, tuve la suerte de escoger una plaza en la Gerencia Regional de Salud y ahí a la fecha son 44 años que voy laborando aquí. Antes de trabajar en la Geresa estudie mucho, luego logré mi bachiller y licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Católica Santa María y también tuve a mi hijo Fernando que hoy apesar que estar lejos por motivos personales, siempre lo tengo en mi corazón y en mi oficina donde está en un cuadro con las fotografías de mis seres queridos.
¿Cómo supo que su trabajo también era un lugar propicio para ayudar? Cuando inicie, dije Dios me ha puesto en una oficina donde diariamente viene una población para orientarse. Nosotros lo hacemos con mucho gusto. Realmente no es imposible, al mes atendemos de dos a tres casos sociales para gestionar atención oportuna a pacientes de bajos recursos económicos, una de los casos fue de la señora María Cahuana, le gestionamos una silla de ruedas y atención médica.
¿Cómo podemos ayudar y ser solidarios? Me di cuenta que aparte del trabajo, también podía ayudar con mi profesión. El señor me dio la valentía de tocar puertas y hasta hacer cosas difíciles y con fe vas saliendo adelante. El consejo es trabajar en grupo y pedir para lograr muchas cosas y agradecer a Dios de lo que tenemos, pero no contentarnos con ello, sino ayudar. No decir que es difícil o imposible, porque en esta vida no todo es dinero y si hay personas que quieren ayudar, ayudemos. Recuerdo que una niña tenía una enfermedad muy grave, gestionamos su atención médica en el extranjero, ella se curó y ahora decidió ayudar a más pacientes.
¿Cuál es una de las funciones importantes de su profesión? No solo en la profesión. Yo creo que en la parte humana, nuestra vida no tendría sentido como dijo madre Teresa de Calcuta, sino vives para servir, no sirves para vivir, en todas las carreras lo principal es buscar el bien de las personas, obviamente con una remuneración apropiada, pero eso no es lo más importante, yo creo que lo importante es la actitud que debemos tener para atender amablemente a los pacientes y familiares.