Los familiares de Cristian Joel Soto Cuyo (25) protagonizaron escenas de dolor frente a la morgue central de la ciudad de Arequipa.
En medio de un charco de sangre, el joven, de profesión soldador, fue encontrado por su madre, tendido con disparo en la cabeza. Esto ocurrió en su vivienda, ubicada en el sector 9 de la asociación Apipa, en el distrito de Cerro Colorado. El cuerpo tenía 2 a 3 días de haber fallecido, según refieren las investigaciones de la Policía Nacional del Perú.
Testigos refieren que el joven vivía solo en su hogar y la noche de 30 de octubre habría estado celebrando con un amigo hasta la madrugada del 31. Un amigo del joven, de quien se desconoce su identidad, habría acabado con la vida de Cristian y además quiso borrar las evidencias. En el lugar se encontró una parrilla y varias botellas de bebidas alcohólicas.
La madre de Cristian, al no tener comunicación con su hijo, decidió buscarlo a su vivienda de la asociación Apipa, encontrándolo boca arriba y ensangrentado, el 1 de noviembre. Inmediatamente llamó a los efectivos policiales de la comisaría de Ciudad Municipal.
HALLAZGO. La víctima echada en su habitación, cerca de su cama, vestía una polera anaranjada, un pantalón deportivo de color gris y unas zapatillas con franjas de color negro y rojo. También un collar tipo cadena en el cuello. En la escena el joven habría recibido el disparo en el lado temporal de su cráneo.
Cerca al fallecido se halló el casquillo del revólver con el que acabaron con su vida. Para las diligencias del caso llegaron los fiscales del Ministerio Público y los detectives de la División de Investigación Criminal (Divincri), quienes siguen investigando el crimen.
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