La muerte de la estudiante, Cindy Choquehuanca Quispe (21), fue la gota que derramó el vaso de una enardecida población del Cono Norte de Arequipa, la cual está cansada de la inseguridad en su sector y la creciente criminalidad que afecta a los más de 60 mil pobladores situados en la margen derecha e izquierda de la carretera Arequipa-Yura.
En una jornada de protesta pacífica del viernes 7 de febrero, un grupo de ciudadanos concentrados desde las 9:00 horas en la entrada a Ciudad Municipal en Cerro Colorado, realizaron una marcha rumbo a la plaza de Cayma. Su objetivo fue intentar dialogar con el jefe de la Región Policial de Arequipa, general PNP Olger Benavides Ponce, quien se encontraba en la zona.
“Queremos que se expulsen a todos los venezolanos conflictivos, pena de muerte para los que asesinen o violen. Nuestra Policía Nacional está durmiendo ante tanta delincuencia, todos los días hay robos entre Ciudad Municipal y el cementerio, Llamagas, tramos de la vía a La Joya”, manifestó Carmen Apaza, pobladora de Sor Ana de los Ángeles.
RECLAMOS. Con megáfonos, pitos y carteles en mano, más de 200 pobladores abarcaron el tramo de ingreso de la vía a Yura con destino al terminal pesquero de Río Seco.
Damas, caballeros, adultos mayores y niños; todos participaron en esta protesta y exhortaron a las autoridades a realizar su labor y no politizar estos reclamos. En una tramo de Añashuayco llegó la presidenta del Comité de Damas del Gobierno Regional de Arequipa, Luz Zeballos, pero fue retirada por los mismos pobladores que indicaban que su actitud de participar era de “oportunista”.