Es ya una costumbre que al cumplirse los 100 días del inicio de alguna gestión se requiera el famoso “balance”. Desconozco de dónde viene esa costumbre y qué se puede o no hacer en solo 100 días de gestión, más aún cuando las autoridades en cuestión son nuevas. Sin embargo, sabían perfectamente a lo que se metían, así que no deben sorprenderse por la exigencia ciudadana y de la prensa para que rindan cuentas de lo que vienen haciendo.
Manejar un gobierno regional no es como manejar una universidad, lo dijimos desde el inicio de la campaña regional 2022. Solo quienes vivimos y sabemos lo que sucede de las puertas de la Unsa para adentro hablamos con conocimiento de causa y nunca nos convenció la idea de que el exrector Rohel Sánchez se postule como gobernador regional. Una cosa es cómo los de afuera ven a la universidad, otra muy distinta es cómo se vive al interior de la misma. Probablemente la imagen que se vendió del rector fue la de un “excelente” gestor de los recursos públicos, tal vez no era así.
Tal vez los cambios en la Unsa fueron producto de la ley universitaria que obligaba a las autoridades a alinearse y lograr el licenciamiento, más que de la voluntad personal del exrector. En todo caso, los logros y cambios en la universidad fueron y son producto de sus estudiantes, docentes y personal administrativo, más que de una sola persona.
Ahora en el gobierno regional no cuenta con el gran apoyo de académicos e intelectuales, ahora se enfrenta a la real gestión pública, burocrática y lenta. Ahora, señor rector, no cuenta con una oficina de imagen institucional que los sigue mañana tarde y noche para destacar sus logros; en el mundo real hay prensa independiente que lo cuestiona y lo fiscaliza, así usted se moleste o así a usted no le importe. No, señor rector, no está frente a 27 mil estudiantes, está al frente de poco más de 1 millón y medio de habitantes, que le exigen que cumpla sus promesas, que le exigen una gestión transparente, que le exigen que usted gobierne. Pero a 100 días de iniciada su gestión, tenemos un gobierno regional que viene siendo investigado por la Fiscalía de la Nación, tenemos varios ex funcionarios suyos que han denunciado que no contaron con el respaldo institucional de usted, señor rector, para gobernar.
Y, para cerrar con broche de oro, nos venimos enterando que probablemente usted sea una versión arequipeña del expresidente Humala: un cosito characato, que solo hace lo que su señora le ordena. ¿Acaso habremos tenido una rectora en la UNSA también? Ante estas acusaciones su deber, Sr. Sánchez, es responder, no quedarse callado. La región Arequipa es mucho más grande, heterogénea e independiente que la ciudad universitaria, no lo olvide.