Ya pasó un fin de semana desde que la presidenta Dina Boluarte en conferencia de prensa se pronunció sobre el caso Rolex, indicando que todo se había tratado de un préstamo de su “Wayki”, el gobernador de Ayacucho, Wilfredo Oscorima. La respuesta de la mandataria dejó más dudas que certezas, pues la figura del préstamo como una especie de presente por su cumpleaños no resulta del todo creíble.
Nuestra mandataria desde aquella fecha se encontraba desaparecida de la escena pública. La cuenta oficial de la presidencia del Perú, que normalmente daba a conocer sus actividades de manera diaria y destacando sobre todo la imagen presidencial, ahora poco o nada presenta sobre este mismo trabajo. Es decir, Dina Boluarte no daba señales de su labor al mando de una nación que actualmente reclama acciones del gobierno para salir de la crisis
Sus ministros tampoco se salvaban, pues desde que se presentó la declaración en torno al caso Rolex han evitado en su mayoría realizar pronunciamientos. Solo pueden ser apreciados cuando han acudido ante el Congreso de la república para expresar sus argumentos frente a las interpelaciones que pesan sobre ellos por diversas irregularidades en sus respectivos sectores.
Así ocurrió hasta ayer martes, cuando los alcaldes de Arequipa se reunieron con la mandataria y obtuvieron el compromiso de que se declararía en emergencia la ciudad ante los altos índices de inseguridad. Por lo menos vimos a Boluarte Zegarra en fotografías tras la cita con los burgomaestres. Ahora queda esperar más apariciones de la presidenta y así confirmar que no se esconde y puede dar la cara en medio de al crisis que vive el país.
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