En el fútbol, como en cualquier actividad de nuestra vida, si no logramos resultados esperados, se necesitan hacer cambios y ajustes para revertir esa situación. En las eliminatorias para la Copa del Mundo de 2026, Perú marcha último en la tabla de posiciones, con apenas dos puntos de 18 disputados en seis partidos jugados. La selección peruana no ha ganado un partido en las eliminatorias.
Ante esta pésima campaña la Federación Peruana de Fútbol se vio obligada a decidir la salida del técnico Juan Reynoso, quien sin ningún tipo de vergüenza se aferra al contrato y cargo en el cual ha perdido toda clase de credibilidad.
Pensamos que Reynoso, cómo un técnico preparado y culto, tenía dignidad y caballerosidad, como valores indispensables, para todo ser humano, que pretende ser exitoso; sin embargo, ha resultado todo lo contrario, con su desmedido afán de entornillarse al cargo que le fuera confiado en agosto del 2022.
La decisión está tomada, pero la rescisión se ve entrampada porque el contrato realizado por la FPF tiene una serie de vacíos que en nada favorecen a la parte contratante, un tema legal, que llama la atención y que seguramente será objeto de muchas críticas.
Entretanto, la FPF ya ha iniciado el proceso de búsqueda de un nuevo entrenador para la selección peruana, sin embargo, esperamos que no se vuelvan a cometer los errores de siempre y quien tenga que venir, tenga las cosas claras de los objetivos que se quieren alcanzar, mediante el diseño de un plan de trabajo con metas definidas.
La esperanza al cambio y llegada de mejores tiempos, siempre están allí presentes, todo depende, cuan acertadas sean las decisiones a tomar, para felicidad de quienes vemos al fútbol del lado bueno, de los hinchas de a pie, que no escatiman esfuerzos para apoyar con su aliento y llevar en su corazón los colores patrios de nuestra bendita tierra, llamada Perú.
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