El fracaso del fútbol nacional ofrece lecciones. Se ha dicho que las actividades deportivas, artísticas, literarias y sociales reflejan el espíritu de la sociedad. Mario Vargas Llosa - aunque unos digan lo contrario - es el escritor peruano vivo con mayor talento.
El tenor Juan Diego Flores luce la bandera nacional en óperas de la Europa clásica. Claudio Pizarro es reconocido mundialmente como futbolista. El huancaíno Óscar Vadillo fue director de filarmónicas alemanas. Pero ellos y otros más, algunos en sus propios universos, hacen brillar sus talentos fuera del país.
Se dice a menudo que la política contamina a la sociedad. Por ella, los mejores se van y, los que quedan, retraen sus habilidades. Pero, la crisis nacional no es de ahora sino de siempre. Por la mala política persiste el atraso. Curioso el entusiasmo de derechistas y centristas peruanos con la elección presidencial del argentino Javier Milei. No reaccionaron igual con Alberto Fujimori. Se aliaron a la oposición comunista. Algunas excepciones se ajustaron los pantalones y fueron parte de la cruzada contra la debacle económica heredada y el galopante avance del terrorismo senderista. Esos entusiastas centristas y derechistas saben que Milei tendrá que hacer lo experimentado con éxito por Fujimori.
La política y el electorado son volátiles. Difícil predecir su comportamiento. Hace 20 años era inimaginable un senderismo controlando el Ejecutivo por intermedio de un profesor rural - Pedro Castillo - y, lo peor, en alianza con representantes de supuestos partidos democráticos como Acción Popular y Alianza para el Progreso del totémico César Acuña.
En Chile, cuando todo parecía ir viento en popa, apareció un joven con verbo florido alentando el desmadre que incendió estaciones de transporte público, mercados e iglesias.
El protagonismo lo llevó a la presidencia. Espantó a las inversiones y el nivel social decae con venezolanos con cuchillo y pistola en mano atemorizando impunemente en las calles. El otrora ejemplo latinoamericano fue desestabilizado, víctima del vendaval comunista impulsado desde Cuba y Venezuela.
¿El entorno es, entonces, determinante para el desarrollo individual? Para el escritor francés Jean-Francois Revel existe la posibilidad de un africano afincado en Londres comportándose como cualquier caballero británico. Por su naturaleza el hombre puede incorporar en su ser costumbres y valores de la sociedad elegida. El filósofo español José Ortega y Gasset va más allá: “Es falso decir que en la vida deciden las circunstancias. El que decide es nuestro carácter”.
La conciencia, personalidad, espíritu y ganas son más potentes que cualquier situación adversa. Sin embargo, esas virtudes tan personales no son populares.
La veletería es el deporte nacional.