El congresista Juan Carlos Lizarzaburu ha sido objeto de una serie de cuestionamientos por declaraciones sobre una colega parlamentaria. Lamentablemente se trata de comentarios ofensivos a la condición de mujer de la legisladora, algo muy cuestionable en cualquier contexto.
El parlamentario señala que se le debe quitar el morbo a sus declaraciones. Lo cierto es que bajo cualquier circunstancia no debe permitirse que se rebaje a una mujer y mucho menos de manera pública como le ocurrió al congresista al expresarse mientras su micrófono estaba abierto.
Recordemos que se trata de personajes públicos que deben dar el ejemplo al resto de la población para evitar que estas conductas se repliquen. Por nada del mundo se trata de algo normal que alguien se refiera a una mujer como un mero objeto.
Además resulta lamentable que nuestros congresistas se hagan conocidos por este tipo de hechos y no por propuestas legislativas que vayan a favor del desarrollo de la sociedad. Resulta increíble que se tenga la exposición de sus declaraciones como el principal hecho de notoriedad en lugar de aportes legislativos para resolver problemas que afecten a la población. Recordemos que existen diversas problemáticas que nos golpean a todos, por ejemplo, la inseguridad ciudadana.
Por delante, desde la bancada de Fuerza Popular ya anunciaron que iniciaran un proceso contra el legislador por estas lamentables y criticables declaraciones. Esperamos que esto se complemente cuando la población tenga que decidir en las urnas si este legislador debe seguir en algún cargo público. Ese será el mejor castigo para quien no valora a la mujer como un ser humano en toda su plenitud.