El ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, dijo “agua sí, mina sí, oro sí” poniéndose del lado del proyecto de cobre Tía María. Pero el proyecto debe ser trabajado enfrentando a los falsos ambientalistas, antimineros, comunistas y tontos útiles ganados, como adolescentes, por simples buenas intenciones.
Muchas mentiras fueron creadas por los comunistas contra Tía María. Dicen que usará el agua del río Tambo para sus operaciones. El proyecto plantea construir plantas desalinizadoras para usar agua de mar. Y para mejorar la agricultura propone construir la represa Paltiture y aprovechar el agua desperdiciada en los mares por la incompetencia y maldad de los gobernantes regionales. Obra detenida por estúpidos regionalismos promovidos también por los comunistas. Para Walter Aduviri “el agua es de Puno y allí se queda”.
Dicen los mentirosos que polvos y ácidos provenientes de Tía María contaminarán los sembríos del valle de Tambo. La mina está ubicada en medio de la nada, a 1050 msnm y 11 kilómetros del valle Tambo (100 msnm). El tajo abierto comenzará a producir cuando la profundidad alcance los 150 metros. Por estudios realizados, los vientos soplan de sur a norte a mediodía, contrarios al valle Tambo. A esa hora están programadas las explosiones para fragmentar las rocas mineralizadas. El proceso de lixiviación es limpio. Las canchas donde el mineral será depositado para procesarlo serán aisladas con geomembranas, para evitar fugas de la solución química. Las dudas de los pobladores fueron absueltas en talleres informativos y distintos medios. Pero los comunistas confunden, desinforman y crean inquietudes en pobladores no enterados.
Sin argumentación técnica y creíble, las hordas antimineras recurren a la violencia. Obligan a la gente a cerrar sus negocios y paralizar sus actividades durante sus manifestaciones. Desconocen el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que aprobó el proyecto. La “licencia social” es invento comunista para detener obras de desarrollo. Es parte de una estrategia para llevar a extremos las contradicciones sociales, sinónimo de conmoción, violencia y muerte.
El golpista Pedro Castillo calificó Tía María “no viable”. El otro golpista, Martín Vizcarra, en contubernio con autoridades arequipeñas, mintió con descaro. Tía María obtuvo del Estado la licencia de construcción de mina. El concesionario Southern Perú promete relación estrecha con las comunidades de influencia minera. Tía María no es, entonces, un proyecto económico. Los comunistas lo han vuelto político. Sus enemigos tienen que ser desenmascarados.