Después de haberse evidenciado el grotesco fraude electoral en los comicios presidenciales de Venezuela donde, en las actas exhibidas por la oposición, dan por ganador a Edmundo Gonzáles por 67 % a 30 % de Nicolás Maduro.
Sin embargo el Consejo Nacional Electoral (CNE) dijo que ganó Nicolás Maduro con 51.2 % de votos, resultado que causó la indignación mundial, ante incuestionables evidencias.
En muchos de nosotros surgió la inevitable pregunta: ¿Hubo fraude en Perú en las últimas elecciones donde ganó Pedro Castillo?
A pesar de todas las evidencias, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) nunca quiso mostrar las actas de las mesas de votación, igual que el CNE de Venezuela. Se denunció que muchos fallecidos “votaron”, situación que el Reniec no depuró los padrones ni aclaró fehacientemente estas denuncias.
Asimismo, se dijo que durante el conteo de votos en la Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe) se habrían adulterado las cifras de las actas a favor de Pedro Castillo en la primera y segunda vuelta.
El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) desde el inició llevó mal este proceso electoral al permitir inscribir la lista de Perú Libre, cuando la candidata a segundo vicepresidente, Dina Boluarte, no había renunciado o pedido dispensa en su centro de labor (el Reniec), en el plazo de ley.
Luego, dejó que esta lista participe cuando la candidatura a la primera vicepresidencia, Vladimir Cerrón, fue declarado improcedente. En fin, hay más casos irregulares.
Estimo que todo lo ocurrido el 11 de abril de 2021 ha sido milimétricamente calculado, planificando cada paso y con gran despliegue económico, que va desde el pago de 150 soles a cada personero y sabe Dios si hubo o no pago en otras instancias.
Se nos avecina otro proceso electoral y siguen en sus cargos los cuestionados presidentes y jefes del JNE, ONPE y Reniec, que no garantizan elecciones limpias que respondan la voluntad de la mayoría de ciudadanos.
Está en manos del Congreso y de la Junta Nacional de Justicia cambiar a los encargados de estas tres instituciones, para que no vuelva a ocurrir un caso como el pasado o peor: como Venezuela. También legislar con reglas de juego que nos lleven a incuestionables resultados.