De acuerdo a reportes del Centro de Predicción Climática de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), existe un 80% de posibilidades que a fines de este año se presente el fenómeno El Niño en nuestro país. El mismo organismo detalla que existen las condiciones climáticas favorables para que se dé un evento de este tipo con una magnitud similar a lo ocurrido el 2017, cuando dejó una serie de estragos a su paso, sobre todo en las regiones del norte del Perú.
Este escenario nos da poco menos de medio año para prepararnos. Solo basta ver lo ocurrido con similares eventos del 2017 o de 1998 que dejaron una ola de destrucción a su paso. Cabe indicar que, a pesar de lo sucedido en aquellos años y en anteriores períodos, no hubo la suficiente reacción y se produjeron una serie de daños en propiedad pública y privada.
Esta situación pone contra las cuerdas a las autoridades, puesto que se esperan lluvias intensas e inundaciones en diferentes sectores. Los problemas se agravan si tenemos en cuenta otras consecuencias, por ejemplo, el avance del dengue que se incrementaría ante la gran cantidad de agua acumulada tras las fuertes precipitaciones.
Recordemos además que el cambio climático sigue avanzando y afectando a todos. Ello se aprecia en la ocurrencia de lluvias hasta mayo, la llegada del ciclón Yaku a nuestras costas, la caída de nieve desde el mes de abril, junto con valores cada vez más altos de las temperaturas.
Nuestros gobernantes están avisados de lo que vendría los próximos meses, en especial a fin de año, si es que no toman las debidas precauciones. No queremos lamentar más pérdidas materiales y humanas por la falta de previsión ante la inclemencia de la naturaleza.