En un mensaje a la nación (el más breve de la historia con 47 segundos), el presidente José Jerí anunció la declaratoria del estado de emergencia en Lima y el Callao como respuesta a la creciente ola de criminalidad que azota ambas regiones. La medida, que implica la intervención de las Fuerzas Armadas en apoyo a la Policía Nacional, busca restablecer el orden y garantizar la seguridad de los ciudadanos en zonas donde los índices de violencia han alcanzado niveles alarmantes.
Horas después del anuncio, Jerí sorprendió al país al transmitir en vivo desde su cuenta de TikTok un recorrido nocturno por diversos puntos de la capital. Acompañado de su equipo de seguridad, el mandatario mostró en tiempo real su supervisión del despliegue de las fuerzas del orden, en un intento por demostrar compromiso directo con la implementación del estado de emergencia.
No es la primera vez que el presidente recurre a plataformas digitales para acercarse a la ciudadanía. En jornadas anteriores, ha utilizado sus cuentas oficiales para difundir mensajes, responder preguntas y mostrar aspectos de su gestión. Esta estrategia de comunicación directa, poco convencional en la política peruana, parece buscar una conexión más cercana con la población, especialmente con los sectores más jóvenes.
Sin embargo, el reto de fondo sigue siendo mayúsculo. La ciudadanía espera que esta exposición mediática no se limite a gestos simbólicos ni se convierta en una herramienta de demagogia. El deseo generalizado es que estas acciones se traduzcan en resultados concretos frente a la inseguridad, y que el protagonismo digital del presidente Jerí contribuya efectivamente a sacar al país de la crisis que lo aqueja.
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