Para no perder la costumbre sobre la impertinencia e incapacidad de nuestros congresistas, este año nuevo lo iniciamos con Roberto Chiabra, de la bancada de Alianza para el Progreso (de César Acuña), quien sorprendió a todos en el ámbito político al presentar un proyecto de ley que busca que el Congreso de la República sea el encargado de destituir jueces y fiscales en vez de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), violando claramente el principio básico de separación de poderes, que es base de la democracia y minando la débil institucionalidad de nuestro país.
La separación de poderes es un principio fundamental en todo país que se preste de ser democrático y que apuesta por la división de las funciones del gobierno en diferentes ramas o poderes independientes entre sí. Este concepto tiene varias razones clave que explican su importancia en una democracia: La separación de poderes busca evitar la concentración excesiva de autoridad en manos de un solo individuo o un grupo reducido. Al distribuir las funciones gubernamentales entre poderes legislativos, ejecutivos y judiciales independientes, se reduce el riesgo de abusos de poder y se promueve un sistema más equilibrado. En base a lo anterior, cada rama del gobierno actúa como un contrapeso para las otras.
Esto impide que un poder domine sobre los demás, fomentando un sistema de controles y equilibrios donde cada rama tiene la capacidad de supervisar y limitar las acciones de las otras. Esta interdependencia contribuye a la estabilidad y al buen funcionamiento del sistema político. La separación de poderes es esencial para garantizar la protección de los derechos individuales y civiles. Un sistema donde un solo poder concentra demasiada autoridad podría comprometer las libertades fundamentales de los ciudadanos. La distribución de poderes ayuda a evitar violaciones de derechos al proporcionar mecanismos para la revisión y el control mutuo.
En el caso de la propuesta (anulada) del congresista Chiabra, que quiere toda la concentración del poder en este desprestigiado Congreso, quintándole poder a los órganos jurisdiccionales, la existencia de un poder judicial independiente es crucial para garantizar un sistema legal justo y equitativo. La separación de poderes asegura que el poder judicial no esté sujeto a influencias políticas directas, permitiendo que los tribunales actúen de manera imparcial y apliquen la ley de manera justa.
Mientras escribo estas líneas me entero que el congresista Chiabra retiró dicho proyecto de ley, esperemos que ningún otro parlamentario intente eliminar la separación de poderes, ya que estaría eliminando lo poco de democracia que tenemos (si es que a esto le podemos llamar democracia).