Arequipa fue sede del seminario internacional de alfabetización mediática: “Una deuda pendiente con la educación en el Perú” organizado por Unesco. En el debate participaron especialistas e investigadores que reconocen la necesidad urgente que, en nuestro país, el Estado implemente políticas públicas para que la alfabetización mediática se incorpore en la currícula educativa.
¿Por qué la alfabetización mediática debe estar en agenda pública e incorporarse en la currícula? Solo un pueblo bien informado, con pensamiento crítico y una relación responsable con los medios de comunicación, las redes sociales y sus contenidos tanto en el consumo como en su generación, garantizan la democracia y una convivencia social basada en el respeto de derechos y deberes.
En este desafío, los primeros en comprometerse; son los docentes quienes deberán desarrollar todas las capacidades técnicas y cognitivas que aseguren una interacción segura y responsable con los contenidos mediáticos, convencionales y digitales, para trasladarlos a los estudiantes.
No obstante, la Alfabetización Mediática necesita de una intervención interdisciplinaria, de ahí la necesidad de incorporar en las mesas de debate nacional, a los colegios profesionales, instituciones estatales y representantes de la sociedad civil.
Las nuevas tecnologías, el internet y las redes sociales que inicialmente felicitamos, y que en la pandemia nos mantuvieron virtualmente conectados nos están llevando a la que podría ser una sociedad de la desinformación, en la que predomina la producción de contenido falso, que distorsiona la realidad, que brinda información hipersexualizada, exacerba patrones de belleza, desconoce tradiciones y te desconecta de tu realidad, identidad y cultura.
La relación dependiente con la “pantalla” en la que el autocontrol y uso responsable son escasos, está impactando negativamente y de forma acelerada en la salud mental de las personas, han alterado la necesidad elemental de socializar creando un desorden en las relaciones, que mantienen sobre todo a los jóvenes conectados en un mundo irreal, digitalmente interrelacionado, pero vivencialmente encerrado en su soledad.
Urge este debate, porque corresponde recuperar el espíritu y pensamiento crítico de la población con los medios de comunicación y las redes sociales, porque hace falta acompañar a una generación digital y recuperarla de su soledad, conectándonos con lo que sienten y necesitan, se trata de entrar a competir en un mercado que se los hemos entregado a los empresarios de las redes sociales y contenidos digitales, y que hasta ahora la van ganando.