Día a día observamos meretrices en el Cercado de Arequipa, en inmediaciones al terminal terrestre, prostíbulos que proliferan en Paucarpata, Mariano Melgar y demás distritos. ¿Y nos preguntamos, no hay nada que hacer para evitar que el desorden continúe?.
Pues creo que la principal solución es evitar el proxenetismo y la trata de personas, convencido estoy de ello. Sin embargo surgen alternativas como lo dicho por funcionarios de la Comuna Provincial de crear una zona rosa, que agrupe la prostitución en Arequipa.
Esta es una propuesta que ya se ha tocado en anteriores ocasiones, es más me atrevería a decir que cada gestión municipal toca el tema en algún momento, pero no se hace tangible.
Y en la gestión del Alcalde Provincial Victor Hugo Rivera parece ser igual, ya que su principal impulsor, el Gerente de Seguridad Ciudadana, Jorge Padilla se hechó para atrás y descartó que se presente alguna propuesta formal, debido a una exhortación de la Fiscalía.
Y es que crear una zona rosa en Arequipa, es promover la prostitución y la trata de personas, lo cual es un delito, esto lo dijo la fiscal Especializada de Trata de Personas, Lisbeth Adriazola Begazo.
La representante del Ministerio Público acudió la semana pasada a la municipalidad para reunirse con el alcalde Víctor Hugo Rivera y los funcionarios para informar, como una medida de prevención sobre el delito de trata de personas, sus implicancias y la forma en que operan.
Ante ello desde seguridad ciudadana de la comuna provincial dijeron ahora que elaborarán un plan de acción genérico para reducir la venta de bebidas alcohólicas, el meretricio en las calles, la ocupación de calles por ambulantes, entre otros.
Llama la atención que incluso el General Gino Malaspina, jefe de la IX Macrepol haya opinado a favor de la zona rosa, cuando lo que la Policía tiene que hacer es desarticular organizaciones criminales dedicadas a la explotación sexual.
Y es que la creación como tal de la zona rosa, se entiende como un favorecimiento a la prostitución, que si bien es cierto no está prohibida, la actividad conlleva otros delitos como la trata de personas, el proxenetismo y la explotación sexual.
Más allá de los términos legales, la población lo que necesita es tranquilidad, vivir en armonía sin que meretrices o delincuentes estén caminando por enfrente de sus viviendas. Es un problema que ha existido siempre y que seguro seguirá existiendo, pero no por ello nos podemos quedar sin hacer nada. Además el tema de fondo, es acabar con los proxenetas y los explotadores de estas mujeres que muchas veces son secuestradas o sacadas con engaño de sus hogares.