Aunque el gabinete presidido por Gustavo Adrianzén logró la confianza del Congreso para seguir trabajando, su inmediata superior, la mandataria Dina Boluarte sigue sin pasarla bien. Ahora se suma una nueva denuncia constitucional impulsada desde el Congreso que apunta a inhabilitarla también por 10 años tras las irregularidades ventiladas en el caso Rolex.
A esto debemos sumar que la presidenta Dina Ercilia Boluarte Zegarra afronta una investigación en el Ministerio Público. Incluso, el fiscal de la nación, Juan Carlos Villena, informó ante el Legislativo que las diligencias se ampliaron por declaraciones irregulares de ingresos y por el famoso brazalete de 50 mil dólares. Todo ello, según la tesis fiscal, apunta a un presunto enriquecimiento ilícito al no acreditar de manera fehaciente los ingresos con los cuales adquirió los objetos de alta gama.
La estabilidad de la que goza el Ejecutivo cada vez es más tenue. Los actos irregulares del gobierno de Boluarte lo debilitan y parece que va por un camino sin retorno a dejar la crisis. La acumulación de denuncias y la falta de explicaciones claras desde el Ejecutivo solo sirven para incrementar las críticas y los pedidos de salida de la mandataria.
Resulta paradójico que eventualmente la presidenta termine saliendo del Gobierno por un tema de lujo como la compra de relojes Rolex y pulsera de alto costo en lugar de otros actos como las muertes en protestas al inicio de su mandato. Si se mantiene en el poder es porque todavía se cuenta con el respaldo de un grupo de fuerzas políticas que mantienen su cuota de poder. Sin embargo ¿cuánto más durará este panorama?
La situación del Gobierno cada vez es más débil. Solo depende de los involucrados que busquen una salida a la crisis de la cual ningún voto de confianza ayudará a rescatar.
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