Los poderes del estado se van debilitando cada día más en el mundo, debido a que no representan a la población y no hay una verdadera búsqueda del bien común, hoy podemos ver como los ex presidentes muchas veces están en las cárceles, otros fugan del país y son repudiados por la mayoría de la sociedad, a esto se suma la mala administración de justicia que no busca el equilibrio en su actuar que debería ser con objetividad, donde se ha politizado su actuar y responde a los interés solo de algunos todo poderosos en los diferentes países.
La política dejó de ser un arte de gobernar y servir, se convirtió en la imagen de la corrupción, por ello el mundo fue testigo de cómo en Katmandú, Nepal, su congreso fue incendiado por la gente por su forma de actuar que va en contra de la sociedad, especialmente por generar leyes que recortan la libertad, y en su actuar esta presente la corrupción, nosotros no estamos lejos de ello, claro que no es necesaria la violencia.
Pero a veces la sociedad se cansa del abuso del poder como sucede en nuestro país, con un congreso que solo buscan sus intereses y se nota la ambición por el poder, incapaz de reflexionar y tomar conciencia de las verdaderas necesidades que tenemos, como legislar para tener una buena educación, atención en salud, trabajo que nos den calidad de vida.
Tenemos la oportunidad de cambiar esta realidad que nos esta sentenciando al miseria material y moral, debemos entender que un líder debe tener la capacidad de escuchar y adaptarse para resolver los problemas, no debe ser un fanático de una ideología política, deberá poseer sensibilidad y buscará la equidad en las oportunidades para que todos se puedan desarrollar según sus competencias, acompañados de sus talentos y habilidades.
La historia se puede cambiar nosotros tenemos la pluma para escribirla y la decisión para ver nuevos horizontes que nos lleven a un verdadero cambio con responsabilidad y amor a nuestra patria, acompañado con una conducta moral que nos identifique nuestro intelecto y nos diferencie de los demás seres vivos, no podemos esperar a actuar con violencia, las guerras a la corrupción se gana con inteligencia sancionando a aquellos que tuvieron la oportunidad de cambiar y no lo hicieron, debemos buscar reformar nuestra justicia para que sea rigurosa y objetiva y dar a cada quien lo que le corresponde, solo de esa manera podremos enderezar nuestra política y entender que esta se hizo para hacer el bien.
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