En los últimos 15 años la cuarta parte de la población venezolana cruzó sus fronteras al percatarse que cualquier esperanza de vida saludable, se desvanecía sin importar que su país fuese el emporio de petróleo más rico del mundo.
En nuestro país, los compatriotas que también cruzan fronteras es significativo y preocupante, aunque nunca es tema en la agenda gubernamental. Entre 1990 y el 2017 dejaron nuestro país, 3 089 123 de compatriotas. Y lo más grave lo vivimos durante los meses de julio, agosto y setiembre de este año, cuando 1 012 883 de peruanos emigraron definitivamente, según informes del gobierno.
Buscando explicaciones, recordemos que a inicios de año una encuesta nos informó que 7 de cada 10 jóvenes deseaban emigrar porque aquí no encontraban futuro. Ellos saben, por ejemplo, que los resultados de las pruebas PISA dan cuenta que el 51 % de adolescentes carecen de los aprendizajes básicos necesarios, lo cual demuestra que la educación pública es de muy mala calidad.
En la última semana, otra agencia especializada, daba cuenta que para el 69 % de ciudadanos este año es malo. Y solo para el 2 % es bueno. Un tema vinculado en cómo están gobernándonos la presidenta, sus ministros y los congresistas; sin obviar a jueces y fiscales. Salvo excepciones, actúan privilegiando sus intereses, carentes de preparación, ética, moral y patriotismo.
Si bien un alto porcentaje de la ciudadanía es amiga de la informalidad, de la anarquía y la coima, nuestros gobernantes están obligados a liderar conductas y procesos sociales en busca de estabilidad social y progreso. Este año nuestras exportaciones lograrán un récord histórico, superando los 66 mil millones de dólares. Pero nuestros jóvenes siguen emigrando porque no tienen fe en el futuro del país, consecuencia de las debacles políticas y la criminalidad.
Nuestros jóvenes, especialmente, tienen tan escasa fe en el destino del país, que prefieren emigrar. En contraposición, quienes seguiremos aquí, escojamos a los mejores en las elecciones del 2026. Frenemos la ola de viajeros, permitiendo un país ordenado y honorable a nuestros hijos. Que estas fiestas de Navidad, fortalezcan nuestra fe en la patria querida.