Lo ocurrido con el atentado contra torres de alta tensión de la minera “Poderosa” nos demuestra la escalada de violencia a la cual ha llegado la minería ilegal en el país. A este sector de la informalidad ya no le importa llegar cada vez más lejos en los niveles de violencia, que en esta ocasión también dejaron una persona fallecida y dos heridas a causa del ataque que nos hizo recordar la oscura época de las asonadas de Sendero Luminoso en los años 80.
Y es que ningún motivo es justificable para hechos como el ocurrido en Pataz. De acuerdo al Gobierno se trata de personas inescrupulosas vinculadas a la minería informa a quienes les conviene que no haya avances en el sector formalizado para que puedan ingresar a las zonas de producción minera y extraer a sus anchas. Todo ello a costa de la tranquilidad pública y de vidas inocentes.
Lamentablemente, aunque la zona afectada (Pataz) más su vecina Trujillo fueron declaradas en emergencia ante los altos niveles de criminalidad, todo hace indicar que la medida no tuvo los resultados esperados. A estas alturas no sabemos si resultará efectivo ampliar la norma que tiene finaliza a mediados de abril.
Frente a ellos ya se anunciaron algunas acciones desde el Ejecutivo. Se habla de declarar en emergencia la formalización minera por los retrasos en el proceso que contribuyen a que aparezca más minería ilegal. A la par, las Fuerzas Armadas y Policiales se encuentran en la zona del atentado para preservar el orden.
Sin embargo, estas no deben ser las únicas soluciones. El tema además pasa por reforzar el sistema de inteligencia de la Policía y dar con los cabecillas detrás de estos atentados. La premisa es que no se repitan y con ello ayudaremos a que el país crezca en paz en todos los sectores.
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