No lo olvidamos, en setiembre pasado, en Arequipa, una importante reunión entre representantes del Ministerio de Educación (Minedu) y autoridades regionales y locales sirvió para sentar las bases de un nuevo destino educativo. La idea matriz es romper la pasividad y, en lugar de un rechazo frontal al centralismo, buscar consensos destinados a beneficiar a los escolares.
El primer paso de transformación educativa fue el I Encuentro Nacional por los Aprendizajes, realizado en Cusco en mayo pasado. Las discusiones estuvieron encaminadas a identificar las causas que detienen el aprendizaje tal como se desea en los colegios públicos y zonas rurales. Es una vergüenza nacional que solo 2 de cada 10 escolares entiendan lo que lee y comprendan matemáticas.
Los acercamientos comienzan a dar frutos. El Minedu, como ente rector educativo, recupera la confianza y aceptación provinciana. Obviamente, la preocupación de los gobernadores es la abandonada infraestructura. Asimismo, la calidad y cobertura educativa centran todos los debates. Una educación intercultural bilingüe es también propuesta de mayor impacto para los colegios rurales.
Con el I Encuentro Macro Regional Sur-Arequipa 2023, con representantes de Moquegua, Tacna, Puno, Cusco y Apurímac, se reafirman los pasos dados en Cusco. La conclusión del evento se esperaba: responsabilidades descentralizadas, teniendo como eje el desarrollo regional.
La educación es la piedra angular de todo eje de desarrollo social, cultural y económico. Por el evidente fracaso demostrado en comprensión lectora, la raíz de todos los males nacionales está identificada. En este contexto de mejorar lo bueno y deshacerse de lo malo, el Minedu y las autoridades regionales han dado el gran paso planteando reingenierías educativas. De las buenas intenciones a la acción. Ya veremos la grandeza de las palabras cuando ofrezcan resultados. La ministra del sector, Miriam Ponce Vértiz, toma en serio el desafío. Diálogo y consenso, tan difíciles de lograr, son claves para identificar las demandas y los desafíos de las poblaciones.
Después de tantos intentos frustrantes, está en marcha un nuevo ciclo educativo. La meritocracia en la escuela pública tendrá que asegurarse. Deberá ser rechazado cualquier intento de negarle mejores posibilidades educativas a los escolares. Multiplicar en calidad y horas la capacitación de los docentes. Incrementar el número de profesores nombrados para afianzar cualquier plan educativo.
Por décadas, la educación en manos de actores ideologizados ha resultado en desastre. Perú en la cola de las evaluaciones Pisa. La razón, esa facultad humana que distingue a las sociedades que prosperan, tendrá que ser fomentada en cada clase, actividad, juego, aula, patio; en cualquier espacio. Si el Minedu recupera el liderazgo en concordancia con las regiones, Perú – con todas sus riquezas – sería potencia mundial.