Desde este lunes 6 de octubre, la Municipalidad Provincial de Arequipa pretende aplicar una “prueba en vacío” del polémico sistema de restricción vehicular por número de placa. Lo curioso —y preocupante— es que esta prueba tiene fecha de inicio, pero no de fin. ¿Hasta cuándo se extenderá esta improvisación? ¿Quién asumirá la responsabilidad por los efectos que genere?
La medida, que busca limitar el ingreso de vehículos particulares al Centro Histórico según el número final de la placa, no solo carece de sustento técnico, sino que podría ser abiertamente inconstitucional. El Tribunal Constitucional ya ha señalado que el único ente competente para normar sobre tránsito y transporte terrestre es el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
¿Entonces, por qué insiste la MPA en una ordenanza que podría estar viciada de competencia?
Además, surgen interrogantes básicas que la autoridad no ha respondido:
¿Quién impondrá las sanciones? ¿La Policía Nacional del Perú o los inspectores municipales?
¿Qué tipo de multas se aplicarán y bajo qué marco legal?
¿Cómo se garantizará que no se vulneren derechos fundamentales como el libre tránsito?
Tres gerentes de transportes han pasado y la idea del plaqueo sigue en pie, como si fuera una obsesión más que una solución. ¿No es hora de repensar esta estrategia y abrir el debate a la ciudadanía?
La congestión vehicular y la contaminación requieren soluciones integrales, no parches improvisados. El plaqueo, lejos de resolver, puede agravar la desigualdad, afectando a quienes usan sus vehículos por necesidad, no por lujo.
Es momento de alzar la voz. La ciudadanía debe participar activamente en este debate. Exijamos transparencia, legalidad y planificación seria.
Únete al llamado con el hashtag #ElPlaqueoNoVa y hagamos que se escuche nuestra posición. Porque Arequipa merece políticas públicas responsables, no ocurrencias sin sustento.
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