Una nueva medida de prisión preventiva fue ordenada para el expresidente Pedro Castillo. De esta forma a los 18 meses que deberá estar en la cárcel por el fallido golpe de Estado se le sumarán otros 36 por liderar una presunta organización criminal que, enquistada en lo más alto del aparato estatal, obtuvo beneficios sobre licitaciones estatales.
Así Castillo se une a otros exmandatarios peruanos se ven envueltos en denuncias por actos irregulares en su gobierno. También con ello nuestra clase política se ve más desprestigiada porque la imagen de gobernantes enredados en la corrupción no es desterrada desde hace décadas en nuestro país.
Otro exmandatario que se encuentra al filo de la navaja es Alejandro Toledo. Aunque hace un par de semanas se aprobó su extradición a nuestro país, ahora recurre a la apelación para tratar de ganar el mayor tiempo posible y evitar llegar al Perú enmarrocado para su ingreso a un centro penitenciario. Al ex jefe de estado entre los años 2001 y 2006 se le investiga por presuntamente recibir sobornos en el marco del caso Odebrecht.
En esa misma línea se encuentran otros exgobernantes como Pedro Pablo Kuczynski y Ollanta Humala. Ambos también han sido vinculados con este caso. Ni que decir de Alberto Fujimori que actualmente cumple condena por delitos de lesa humanidad. En el caso de Alan García, también la justicia lo investigaba hasta que tomó la fatal decisión de acabar con su vida.
Este es el panorama de nuestros últimos gobernantes. Lamentablemente todos atravesaron por diversas denuncias e investigaciones. Ahora algunos están o se acercan a la cárcel mientras la justicia continúa con su trabajo para demostrar que todos estamos regidos por su normativa, incluyendo las personas más poderosas del Perú.