El pleno del Congreso, en primera votación, aprobó la reelección inmediata para alcaldes y gobernadores regionales. De esta manera, se da la posibilidad de retornar a lo establecido hace algunos años para que nuestras autoridades, si es que gozan del respaldo popular, se queden cuatro años más en el poder.
Con ello, se da la razón a varios sectores de autoridades quienes argumentaban que no se podía hacer una gestión adecuada debido al corto tiempo del que disponían en sus mandatos.
Ahora, al contar con otros cuatro años, ya no tendrían excusa para decir que realizan una mala labor al frente de sus gobiernos municipales y regionales.
Sin embargo, la aprobación de esta propuesta vino con contrabando. Como siempre, no es de sorprender de este Congreso, apareció de último momento una propuesta adicional que señalaba que los ciudadanos podían participar en la vida política mediante partidos de alcance nacional o mediante alianzas. Esta ‘movida’, en la práctica, manda al olvido a los movimientos regionales.
Apenas conocida la propuesta, diversos sectores la consideraron atentatoria contra la vida política destacando la importancia de los movimientos regionales como ejes de representatividad para quienes desconfían de la clase política agrupada en los partidos de alcance nacional.
Aún falta una segunda votación en la próxima legislatura para que la modificación sea definitiva. El debate recién comienza y todo hace indicar que tendrá para rato originando una nueva crisis política entre la ciudadanía. Existen argumentos válidos de ambos sectores y esperemos que se llegue a un buen puerto por el bien del país.