Hoy, 31 de diciembre, deseo que todos los peruanos tengamos un Año Nuevo, diferente. Despido el 2025 con unas líneas de matiz político: Un asiduo lector, ingresa a una librería y le dice a la señorita encargada: -Señorita, estoy buscando un libro que titula “El político honesto”- ah – responde sonriente la vendedora - señor, al ingresar, en el primer estante, ahí tenemos los libros de ciencia ficción-.
Claro, no todo es ficción, probablemente, en la variopinta relación de nuevos candidatos, haya gente noble, respetuosa de las libertades, gente honesta que desea servir a su país, que necesita una oportunidad para ejecutar un plan de gobierno con inversiones, con generación de empleos formales, que garantice la seguridad ciudadana, para vivir en paz, que no tenga el deseo de llegar al poder y someter a los poderes en uno, que haya autonomía en las entidades del Estado. En fin, gente que llegue inmunizada contra el virus letal de la corrupción. Nada de extremismos de” izquierdas ni derechas”.
Quizá esta gente bien intencionada, sea la excepción a la regla. Tendremos que buscar una aguja en un pajar; de eso se trata. Elegir acertadamente, equivale a rendir un examen; para ello se requiere estudiar. Si nos equivocamos, es posible que coloquemos en el poder a políticos que ya vienen, desde su formación en el vientre materno, premunidos de apetitos ilimitados de riqueza, que salieron de esa piscina amniótica, para crecer y reproducirse, ingresar a la política y servirse de esta.
Antes de abril 2026, debemos conocer bien a los candidatos que vamos a elegir; que estos no tengan complejos de Herodes, de tiranos, de emperadores; que no tengan genes de dictadores, porque podrían tomar el poder y establecer una monarquía del siglo XXI, o una dictadura, para esclavizar a su pueblo o, que sean Judas Iscariotes, capaces de traicionar a su familia, a sus partidos y a sus propios principios.
A menos de 4 meses de las elecciones 2026, estimado lector (a) ¿conoces a tus candidatos?. ¿Sabes que hay bicameralidad y los senadores que elijas, tendrán un superpoder?. Por esta razón, tu voto debe ser firme, para que no haya: quejas ni lamentos, frustraciones, ni arrepentimientos posteriores. Y solo dispones de un minuto para marcar en la cédula multicolor y complicada - capaz de confundir hasta al más conspicuo de los electores - el destino de nuestro país.
¿Los elegidos, cumplirán las demandas de la ciudadanía?, porque el poder, no es más que la gloria pasajera, una lagrimilla, un rayo pirotécnico fugaz que, tan pronto se enciende, se apaga. Por ello resulta imperativo, que el nuevo equipo gubernativo, destine todo su tiempo, para reconstruir este país que adolece de todos los males, acumulados en las cuatro últimas décadas.